Relatos de soisola.
Cómo voy a saber de ti.
Si tu silencio recuerda la ausencia.
Ausencia relatando abandonos.
Preguntar por saber.
En qué momento emerge lo oculto.
Si brota en esperanzas.
O muere en la nostalgia.
Rasa sobre su piel dormida.
Quién llora de mil desgracias.
De tantas maravillas en ruinas.
Dibuja la luz, la sombra.
Cómo voy a saber de ti
Púes conozco más de cemento
Que escribir sobre los versos.
Versos inquietos que afloran
Relatos de camino andado
Pies descalzos calzados.
Entre huellas que borra el viento.
Cuánto lamenta la lluvia recoger susurros inciertos
Entre trinos y zumbidos.
Relata la engreída soisola.
Huellas que deja el lamento.
Me has abandonado, dónde estás.
Hace falta tu recorrido.
Alma tangible del tiempo.
Espeso de lloviznas suaves.
Arenas de malecón vacío.
Luciérnagas que ocultan el sol
Despidiendo poco a poco el día.
Recorriendo la noche triste.
Con miradas suaves
Y susurros de brisa fría.
Caen sobre el infinito mar.
Trasmutando en la tarde el día.
Entrecruzando el peñasco gris
A orillas del silencio
Llantos de gaviotas negras
En busca de refugios secos.
Reposando sobre la arena tibia.
Picoteando lo que deja el tiempo.
Silla para dos
Tengo ratos esperando por ti
El tiempo se distrajo en tu presencia
Dónde andas corazón extraño.
Sufre el viento en el malecón
Sufre el viento en el malecón
De aquel lugar imaginario
donde posan aves de papel.
donde posan aves de papel.
Y colma el sol a la llovizna
dando paso a la sequía
dando paso a la sequía
Distrayendo al portador de arenas
Que gira y gira entre mis manos
Llevo rato esperando.
Gotas ásperas de abril.
Lamentos de silentes noches
Abrazan sobre las densas lluvias
Caprichos de lunas claras
Orate de meandro infinito
Búsqueda de razón clara
Dale luz al rocío, que despeja
De apoquito el día
Cuentos que no son cuentos
Verdades entre ojos claros
Deslizan por sus mejillas
Hablante de mil amores
Tropiezos que surten
La noche.
Como entender el sufrir
Cuándo ajeno es el vivir
Explica culpable luna
Que tan áspero es
El abril.